Así lo manifestó la portavoz de la oposición en el pleno desarrollado en la localidad.

La sesión se convocó a petición de los concejales socialistas para conocer las actuaciones realizadas en el Ebro. Fue Ángel Seisas quien tomó la palabra en primer lugar para manifestar lo que ya dijo hace algunos días, en rueda de prensa.
El regidor municipal asegura que se aprovechó de los escombros de una obra realizada por su hijo, para depositar los materiales en el río y no tener que traerlos de fuera. Según Seisas, éstos son necesarios para la construcción de un embarcadero, un proyecto autorizado por la Confederación Hidrográfica del Ebro. De esta manera según él, `se ha ahorrado dinero al municipio´.
La oposición le recordó que se han cometido irregularidades, no sólo en las riberas sino en varios caminos rurales y en las piscinas, también a causa de la mala gestión de los escombros. Para Marifé González al único que se ha beneficiado es al promotor de una bodega, que es el hijo del alcalde y que, según los socialistas, `no ha tenido que pagar por deshacerse de los residuos´.

Así las cosas, desde el PSOE preguntaron al alcalde si dispone de los permisos pertinentes para depositar los vertidos en cuestión en el Ebro, a lo que Seisas contestó que sí, porque se contempla en la ratificación de la memoria del proyecto. Los socialistas le recordaron que ese documento recoge unos condicionantes que no se han cumplido. Fue entonces cuando el primer edil popular aseguró que el Plan General, `debidamente aprobado´, autoriza esta serie de actuaciones que, por otro lado dijo, `permiten que no se originen corrimientos de tierras´.

Durante la sesión los socialistas realizaron múltiples preguntas sobre los trabajos de construcción de la bodega del hijo del alcalde. Ángel Seisas les recordó que el promotor en cuestión, había remitido una carta al Consistorio en la que explicaba que era el regidor, quien le inquirió para verter los escombros en el Ebro. Así las cosas, la oposición cuestionó que el permiso, tanto para estos depósitos como para la realización de las obras, se hubiese otorgado de forma verbal, y por un familiar directo, algo que según el PSOE `puede tratarse de una ilegalidad´.
A partir de aquí la sesión se convirtió en un cruce de gritos, reproches y acusaciones, ante un salón repleto de público.