`El Carnaval del Vino´ ha sido el escenario elegido, un año más, para la presentación de los nuevos vinos de Haro.

Domadores, arlequines, mujeres barbudas, cíngaras, adivinos, forzudos y demás protagonistas del circo disfrutaron del Canaval del vino 2018. Un espectáculo conducido por un trío de arlequines a los que el jefe de pista encomendó la misión de entretener a todo el público congregado en el claustro del hotel Los Agustinos que se convirtió para la ocasión en una carpa de circo del siglo XIX.

Con una copa de vino en la mano, cava en algunos casos,  correspondiente a las bodegas jarreras que presentaban sus añadas entre bailes, malabarismos, música con voz en directo, trapecistas y unos fabulosos acróbatas formando parte de un espectáculo en el que los asistentes también fueron protagonistas. Una batukada, novedad introducida en esta edición, hizo  vibrar al público y, además de poner ritmo con con su repertorio, versionaron “Los almacenes de Haro”, con el beneplácito de los espectadores que dejaron de lado palomitas y algodón de azúcar, repartidas durante el espectáculo, para corear y tocar palmas de acompañamiento.

Números de danza aérea, mentalismo, malabares con fuego formaron parte también de un espectáculo, más largo que en otras ocasiones,  que fue in crescendo logrando mantener la emoción y al respetable metido en la fiesta hasta el final.