Puede que me invada la ignorancia, no lo niego, pero tendrá el protagonista de la foto, el que descarga en medio y mitad de la plaza, pueda pensarse o estar o tener el convencimiento de cierta patente de corso para que sea respetada su acción de la descarga donDe no debe, con cierta prepotencia. Vamos, que se siente inmune para que entiendan.

Después de la pasarela, conocida por doña ribado, en los jardines de la Vega me puedo creer cualquier cosa.

He visto demasiadas veces a repartidores autónomos de poca liquidez y solvencia de ser multados y tratados como a escoria por parte de los que ustedes imaginan. A estos no, se les rie y condelescencia sumisa.

No hay derecho, al perro flaco le damos patadas en el vientre con mala intención enfermiza, y el rencor del ignorante que está de más.