Los disciplinantes se flagelarán con la tradicional madeja.

Este viernes por la mañana tendrá lugar el `Vía Crucis´ y a las ocho y media de la tarde procesionará el `Santo Entierro´.
Como siempre, los disciplinantes irán ataviados con una túnica blanca y con la cabeza tapada. Se trata de un rito que se cumple desde `tiempos inmemoriales´.
Cada uno de los disciplinantes tiene sus motivos personales y para poder participar tienen que presentar un certificado de su párroco en caso de ser de fuera de la localidad. Además los penitentes tienen que ser varones de más de 18 años.
Según explica el portavoz de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, Javier Fernández, el número de golpes que se auto infligen los penitentes depende de la experiencia y del aguante de cada uno de ellos.
La madeja pesa un kilo y tiene una longitud de aproximadamente un metro. Con ella se flagelan hasta que queda su espalda llena de moratones.
Tras el ritual, los disciplinantes serán picados en la espalda con la esponja. Se trata de una bola de cera que pincha en doce puntos, uno por cada apóstol, y que hace que la sangre brote para que no se produzcan infecciones. Posteriormente se les sanan las heridas con agua de romero.
Las mujeres pueden acompañar a los `Picaos´. Son las particulares `Marías´. Con esta tradición San Vicente de la Sonsierra se convierte en el punto de referencia de la Semana Santa riojana.