Esta frase final del alegato pronunciado por el fiscal Julio Strassera en el juicio contra las Junta militares argentinas (1985),continua siendo un deseo irrenunciable para todos los defensores de los derechos humanos. Desgraciadamente la realidad es que no parece que aprendamos de las “barbaridades” que los humanos hayamos llevado a cabo.

“Nunca más” al genocidio nazi sobre los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. “Nunca más” a las “matanzas” ocurridas en Bosnia Herzegovina a partir de 1992. “Nunca más” al vergonzoso abandono que las autoridades españolas realizaron sobre los “españoles saharauis” y la impresentable posición del Gobierno Español actual cediendo al chantaje del Reino de Marruecos y de los Estados Unidos para posibilitar el “robo de materias primas y de territorio” del Sahara Occidental. “Nunca más” a la guerra y a las muertes de civiles generadas por la invasión rusa de Ucrania. “Nunca más” al genocidio y limpieza étnica que el Estado de Israel que, antes incluso de la “partición llevada a cabo bajo patrocinio británico y prolongado de forma continua tras la “Nakba”, está intentando finalizar durante esta última época. “Nunca más” es lo que los riojanos gritamos en las calles de Logroño el pasado sábado 30 de agosto. No sólo en Logroño, también en una gran cantidad de las ciudades de España y de la totalidad de Europa, nos dirigimos hacia nuestros gobernantes exigiéndoles que abandonaran esta vergonzosa posición que nos convierte en cómplices del asesino Netanyahu.

Una gran cantidad de europeos, también españoles, proclaman que la defensa de los derechos humanos nos afecta a todos y a todas y que la postura de los Gobiernos europeos manipulados por los “lobbies sionistas” y la complicidad culpable de los Gobiernos estadounidenses nos convierten a todos los europeos en marionetas cómplices de una posición vergonzante que se enfrenta de forma directa a todas las ideas constituyentes de la conciencia europea. Me honra la población que se enfrenta, según sus posibilidades, a la realización de una limpieza étnica visionada a través de la televisión.

Me enorgullece la población que defiende la postura de la O.N.U oponiéndose a la invasión y a la represión que el Reino de Marruecos ejerce sobre la población civil del Sahara Occidental. Lo que los ciudadanos podemos contemplar hoy es la hipócrita posición de los Gobiernos europeos mostrando “lagrimas de cocodrilo” ante una situación que no sólo se enfrenta a la dignidad de los seres humanos sino que no se enfrenta al asesinato y a la desaparición de todo un pueblo. Resulta posible hacer nuestra la frase que el periodista que relata la represión británica en la India, en la película “Gandhi” (1982) pronuncia: “Cualquier ascendiente moral” que Europa pudiera haber tenido en el pasado se ha perdido en esta época. No es esta Europa de comerciantes sometidos a los grandes lobbies internacionales la que deseamos. No son estos Gobiernos preocupados por la geo-estrategia que dan la espalda a la dignidad y a los derechos humanos lo que queremos.

El pasado sábado día treinta de agosto casi más de mil ciudadanos riojanos nos manifestamos ante la Delegación del Gobierno de España (Logroño) y recorrimos las calles hasta la Plaza Primero de Mayo con pancartas y banderas mostrando nuestro apoyo a las poblaciones civiles palestinas, nuestro rechazo al sionismo agresivo y asesino que el Gobierno de Israel está practicando. No estamos en contra del pueblo israelí, por manipulado que pueda estar, sino que nos oponemos a la invasión y la agresión permanente que colonos, apoyados por el ejercito, realizan sobre el pueblo y el territorio palestino. Esta dinámica de limpieza étnica no es producto de la acción terrorista llevada a cabo por los militantes de Hamás en 2023, sino que se inició tras la constitución del propio Estado Israelí tras la partición del territorio palestino y cuyo episodio final ha programado el criminal de guerra Netanyahu. Durante la manifestación no solicitamos de nuestro Gobierno que imponga sanciones al Gobierno criminal, tal como ha hecho la comunidad europea con Rusia, sino que rompa relaciones de cualquier tipo con este Gobierno genocida.

En las calles de Logroño se gritaba: “Donde están, no se ven las sanciones a Israel”. Este grito no se dirigía tan sólo a los causantes de este genocidio. La “brutal limpieza étnica” que estamos viendo por televisión, los asesinatos dirigidos a los periodistas y a todos aquellos que puedan trasladar a Occidente las imágenes dramáticas de “niños muriendo de hambre”, de sanitarios masacrados y de hospitales destruidos, y la obscena imagen de mercenarios norteamericanos disparando contra hombres, mujeres y niños que tan sólo buscan desesperadamente algo que comer día a día. Todas las líneas rojas han desaparecido ya.

El Gobierno español debe actuar, con o sin el apoyo europeo, ya que su inoperancia nos convierte en cómplices necesarios y el acumulo de contradicciones puede superar la posibilidad de contar con nuestro apoyo.

Julio Martínez Flórez
Secretario político del Partido Comunista de España en La Rioja.