ARQUITECTOS DE TODA ESPAÑA VISITAN EN CENICERO Y LA UNIÓN ALGUNAS DE LAS OBRAS MÁS VANGUARDISTAS DE GERARDO CUADRA, EN SU MOMENTO NO SIEMPRE BIEN COMPRENDIDAS POR LA FELIGRESÍA RIOJANA

Las XIII Jornadas Internacionales de Intervención en el Patrimonio Histórico-Artístico, organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja (COAR), llegan a su fin tras dos intensas jornadas de debate y reflexión a través de 14 ponencias a cargo de arquitectos de prestigio nacional e internacional a las que han asistido más de un centenar de profesionales, en su mayoría arquitectos, procedentes de múltiples comunidades autónomas y centros académicos de España.
Las Jornadas comenzaron con la proyección del documental Gerardo Cuadra y terminan mañana con un viaje técnico a algunas de sus obras más emblemáticas. Un homenaje al arquitecto riojano, a la par que sacerdote, galardón a las Bellas Artes Riojanas en 2004 y figura esencial de la arquitectura de La Rioja que con su mirada rompedora y adelantada a su tiempo revolucionó la distribución de numerosas iglesias y edificios civiles. Durante el recorrido, los asistentes a este viaje visitarán la intervención realizada hace 60 años por Gerardo Cuadra en la iglesia de San Martín de Cenicero y que hoy se sigue considerando moderna, atrevida y vanguardista. A continuación, el centenar de arquitectos de toda España que han participado estos días en las Jornadas celebradas en Logroño se acercarán hasta el Templo de La Unión en Clavijo que Gerardo Cuadra proyectó en 1965 inspirándose en templos de Francia, Alemania e Italia y que actualmente forma parte del DOCOMOMO Ibérico.
Arquitecto desde 1952 y sacerdote desde 1962, Gerardo Cuadra transformó el lenguaje de la edificación religiosa en la segunda mitad del siglo XX. Su obra, especialmente la desarrollada en la década de 1960, introdujo la modernidad arquitectónica en el panorama construido de La Rioja, incorporando influencias de Alvar Aalto por su sensibilidad hacia lo orgánico y la naturaleza, de Le Corbusier por su racionalismo radical, la expresividad del hormigón visto y el uso de la iluminación cenital y del Regionalismo Crítico italiano, cuya capacidad para integrar diversas corrientes resonó profundamente en su propio enfoque proyectual.
Esta síntesis dio lugar a un estilo personal y coherente, plasmado tanto en arquitectura religiosa como civil. Entre sus obras destacan la Iglesia de Santiago en Clavijo, la torre de la Iglesia de San Martín en Camprovín, el Hogar Sacerdotal de Logroño, la Biblioteca de la Universidad de La Rioja y numerosos proyectos de vivienda unifamiliar y conjuntos residenciales. Asimismo, realizó intervenciones en el Monasterio de Valvanera y en el claustro de Santa María de Palacio en Logroño, actuaciones que, en ocasiones, no fueron plenamente comprendidas por parte de la feligresía.
La vertiente estética de su ideario arquitectónico otorgaba un papel esencial a la correcta integración de la construcción en su paisaje o entorno, así como a un esmerado tratamiento de los materiales, elementos que se convirtieron en señas de identidad de su trayectoria profesional.
