`Vivanco Suite´, obra de Alberto Corazón se puede visitar en el Museo Vivanco de Briones hasta junio de 2020
El Museo Vivanco de la Cultura del Vino informa de que «la obra de Alberto Corazón (Madrid, 1942), al igual que el tiempo de vendimia y la pasión de la familia Vivanco por compartir la Cultura del Vino, es una explosión sensorial. El artista, famoso por haber diseñado logos tan conocidos y cercanos como el del tren de Cercanías de Renfe, el teléfono Domo, la Casa de América, el Gobierno de La Rioja, o los libros de texto de la antigua EGB, es también un pintor energético, vital y atrevido con los colores, pero capaz de usar el blanco y negro como expresión íntima del silencio y la belleza. La personalidad polifacética de Alberto Corazón, Premio Nacional de Diseño en 1989, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de Gastronomía, se expresa con libertad en la exposición Vivanco Suite. Pinturas y grabados de Alberto Corazón, que podrá visitarse del 11 de octubre hasta junio de 2020 en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Vivanco de la Cultura del Vino.
El artista madrileño, para quien observar y escuchar es parte esencial del proceso creativo, muestra su visión de la naturaleza, de las hojas de la vid, de las cepas, del cambio de tonalidades según la época o de los elementos inequívocos del vino. También posa su mirada sobre la obra de otros pintores que se acercaron al universo del vino, desde Caravaggio a Morandi. Igual que una suite musical se compone de movimientos instrumentales breves, Vivanco Suite escribe un relato gráfico de 20 piezas que alternan la vitalidad colorista, y la quietud monocromática, para celebrar la Cultura del Vino. Este es el ambiente positivo que genera la obra creada ex profeso para Vivanco por Alberto Corazón y que hoy, junto al autor, han inaugurado Rafael Vivanco, enólogo de Bodegas Vivanco; Santiago Vivanco, presidente de la Fundación y Experiencias Vivanco; y Eduardo Díez, director de Enoturismo y del Museo Vivanco de la Cultura del Vino..
Un brindis moderno con los clásicos
Vivanco Suite nace del profundo conocimiento de la historia del arte de Alberto Corazón. «Cada época y cada escuela tiene su bodegón, casi como un ejercicio emblemático», afirma en el catálogo creado para esta exposición, con textos de Santiago Vivanco y del historiador del arte Valeriano Bozal. El artista ha destilado ese saber en una veintena de obras que exploran cómo otros representaron el mundo del vino en sus bodegones, para después pasarlo por su propio tamiz. Fruto de estas miradas surgen obras como A propósito de Malevich, con una leyenda donde se puede leer ‘Taberna constructivista Vivanco’ bajo una mesa con botellas geométricas e intensos vasos rojos de vino. Esos «A propósito de» se extienden a artistas como Morandi, Matisse, Torres-García o Caravaggio: «Para esta exposición en el Museo Vivanco he querido hacer un repertorio de diferentes modos de pintar estas naturalezas. Que no son sino diferentes modos de entender el bodegón».
Esas naturalezas se plasman en obras como Horizonte con uvas u Hoja-Parra-Viento, con sus pinceladas densas, sugerentes, que estallan en una algarabía de color. Su genio creativo se expresa también en lo que denomina ‘bodegones mínimos’: «Gestuales, rápidos, sin planificación que responda a una conexión instantánea entre mano y cerebro, superficies que son tanto dibujo como pintura», escribe. Esa conexión mano-cerebro es una constante en la vida de un artista que sigue escribiendo sin la mediación de una máquina, y que a veces busca la penumbra para activar los resortes secretos de su creatividad.
En esos bodegones mínimos, de nuevo la protagonista es una espectacular paleta de colores. Hay que dejarse llevar por la intensidad de Azul ultramar; Rojo Van Dyck, un homenaje al pintor flamenco y a sus colores vibrantes; Rojo cinabrio; Amarillo Turner, un guiño a los ocres y dorados del paisajista británico; Ocres; Azul cobalto o Pájaro del corcho. Sin duda, un regalo para la vista y el espíritu.
La escenografía estacional de la viña
Este tiempo de vendimia, tan sugerente para quienes aman contemplar la naturaleza, también resulta fascinante para la curiosidad insaciable de Alberto Corazón. El artista ha observado con deleite el paisaje geométrico que ofrece el viñedo tras la recolección y el final del otoño, y apunta: «Los troncos leñosos se protegen con capas retorcidas de cortezas que parecen secas. El viñedo se vuelve silencioso, y silencioso el campo. Esa ‘escenografía’ de la viña, a la que no prestamos atención, invierno en silencio, es la que quiero mostrar, negro y blanco, acentuando su hermosa radicalidad».
De esa ausencia de ruido, que tanto le fascina, nacen los 18 grabados que conforman el gran mural La viña en silencio. Invierno, que mide 200×900 cms. Para Alberto Corazón, el grabado es una analogía del cultivo, y este es un terreno ‘plantado’ en blanco y negro fruto del «trazo violento del carboncillo, casi grafito, sobre un papel grueso y táctil». Él lo explica así: «El dibujo ampliado se traspasa a la plancha de cobre, que el ácido muerde, y sobre esos surcos, la tinta corre para traspasarse al papel, la tierra». Esta hipnótica y sugerente obra impacta.
Energía de Corazón para el tiempo de vendimia
Tanto si explota en colores y pinceladas vibrantes, como si se refugia en la quietud del blanco y el negro, Vivanco Suite es pura energía. En un momento en el que la Bodega y el Museo Vivanco de la Cultura del Vino invitan a disfrutar de esta época privilegiada que es la vendimia en La Rioja, la exposición de Alberto Corazón es un broche de oro a una experiencia vital inolvidable, en la que dejar que el otoño y sus cálidos colores, sus sabores y olores maduros, nos contagien de la belleza y el sosiego en el entorno de Briones (La Rioja), incluido dentro de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España.
Para vibrar con la experiencia de la recogida y pisado de las uvas, que nos une a la tierra, Vivanco propone actividades como la Fiesta de la Vendimia, una de las más atractivas de esta época, que se realizará todos los domingos de octubre y el sábado 2 de noviembre. Durante esta completa experiencia, de tres horas de duración, se dará una explicación de viticultura en el viñedo, tras la que los visitantes cortarán la uva, que luego pisarán. La vendimia al aire libre abre el apetito, y nada como un almuerzo riojano a pie de viña: chorizo, morcilla, panceta, chuletillas, tortilla de patata y pan para reponer fuerzas, acompañados de algunos vinos de Bodegas Vivanco, cuya zona de producción también se visitará.
Esta es una de las muchas posibilidades diseñadas para todos los públicos, incluida la yincana La pócima mágica, enmarcada en las actividades Vivanco Kids. Una divertida experiencia en familia para que los niños aprendan la fórmula «mágica» que convierte las uvas en vino, y busquen las pistas ocultas entre las cepas. Cada visitante encontrará una actividad a su medida para sumergirse en el otoño riojano de la mano de Vivanco, y de esa doble pasión por el vino y el arte que es el alma de este enclave enoturístico, enriquecido ahora con las sugerentes obras inspiradas en el vino de Alberto Corazón.
El artista madrileño ha defendido, en más de una ocasión, que lejos de ser un artista atormentado, es un hombre de carácter disfrutón que sabe apreciar el vino y la gastronomía. Todos aquellos que también sepan saborear estos dos grandes placeres de la vida tienen una cita en el Restaurante panorámico, que estrena el Menú Tiempo de Vendimia, maridado con vinos de Bodegas Vivanco. Una ocasión para compartir. Porque, como le gusta resaltar a Alberto Corazón, «descorchar una botella es el momento esencial que inicia una conversación llena de confidencias, sinceridad y amabilidad».